Bonsái palabra que etimológicamente procede del término chino, penzai, que significa pén = ‘bandeja’ + zāi = ‘cultivar’) y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante,poda, alambrado, pinzado, etc., y modelando su forma para crear un estilo de árbol estéticamente bello y de reducidas dimensiones.
Esos hermosos árboles los tenemos hoy en día en la comuna, gracias a un cultor de este arte, Erik Zenteno Villagrán, quien mientras trabajaba en Concepción, conoce a un maestro del bonsái y sus creaciones, le gustan de inmediato estas miniaturas de árboles, los que conocía sólo por una película, y gracias a la posibilidad que le entrega el dueño de esa tienda comienza a trabajar con él en sus horas libres y conoce los secretos del arte bonsái.
Laja ya ha tenido la posibilidad de conocer y apreciar sus creaciones, gracias a la invitación que le extendió Fomento Productivo del municipio lajino, para participar en la ferias de inicio de verano y posteriormente en la agro artesanal, allí Erik, exhibió y comercializó sus árboles bonsái.
Cuenta que trabaja con árboles de especies nativas de hojas caduca y perenne, de preferencia con hojas grandes, como peumos, coihue, roble o hualle, abeto, ñire, guaye, arrayan, entre otros. Aclara que Bonsái se puede hacer de flores, árboles y arbustos, él toma un árbol y comienza a trabajarlo, el tiempo es ilimitado, se busca el perfeccionamiento estético, se trabaja la poda y el alambrado de sus ramas, para hacerlas más gruesas y fuertes, habiendo diferentes estilos en este trabajo, los cuales le dan la forma que se quiere al árbol. Hay rectos, formal, cascada, semi cascada, los cuales también influyen en el tiempo de término del bonsái. La idea de esto es aparentar lo más posible un árbol en miniatura.
Otro arte o manualidad que este joven trabaja es el confeccionar mesas y lámparas de raíces de árboles, lo que él llama “mesas rusticas”, todas por cierto en maderas nativas. Estas las trae de apartados lugares, principalmente cordilleranos, que recorre y donde busca, escava, corta, para conseguir en muchos casos enormes piezas de madera y llegar con ellas, hasta lo que hoy es su taller-hogar en una parcela en el ingreso norte de Laja, donde rodeado de árboles nativos y bonsáis de todos tipos y portes, los que se crían al aire libre, dice él que para hacerlos más fuertes, realiza sus manualidades en las pesadas y enormes madera, para convertirlas en hermosas bases de mesas de centro y comedor.
Un artesano con un don en sus manos, como pocos, para realizar estos artes que hoy ocupan todo su tiempo, atrás quedo su trabajo en la confección de letreros publicitarios en la capital regional, hoy está en su tierra, dedicado al bonsái y creación de bases de mesas rusticas.
Por lo pronto, fomento productivo, le está prestando toda su ayuda para que postule a beneficios que entrega el estado, herramientas que le serán útil en su despegue en esta actividad, de la misma manera se le ayuda para que pueda asistir a eventos y ferias donde pueda exhibir sus creaciones y tenga la posibilidad de hacer contactos comerciales para la venta.
Así, Laja nos muestra que entre recovecos, cerros, ríos y hermosos parajes, tenemos artistas desconocidos en diferentes ámbitos, quienes aportan con su arte para dar a conocer esta comuna y que buscan una oportunidad de desarrollarse y progresar.
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