Una jornada de mucha emoción y agradecimiento fue la vivida la noche del lunes 27 de mayo, en el homenaje rendido por la comunidad de Laja al Vicario de la Parroquia Cristo Rey, Padre Félix Eicher Bongartz , actividad encabezada por el alcalde José Pinto Albornoz y el concejo comunal, esto dentro del marco de la Celebración Nacional del Día del Patrimonio Cultural, festividad que también permite, realizar reconocimientos a personas que en vida sean un aporte para la cultura de los pueblos y el país.
Así en Laja se quiso reconocer y celebrar a este sacerdote de manera muy especial, el padre Félix se ha erguido como patrimonio cultural viviente de la comuna, una persona muy especial, querido y respetado por la comunidad toda, por lo que significa en términos humanos, sociales, y de entrega al prójimo, pese a que no nació en esta tierra, que viene zonas lejanas de Europa, es un Lajino y un Chileno más.
La ceremonia se efectuó en el gimnasio de la escuela José Abelardo Núñez, ante una multitud que quiso festejar con este querido sacerdote. El primero en hacer uso de la palabra fue el alcalde José Pinto quien se refirió a la persona del Padre Félix, destacando que es un sacerdote que trasciende al mundo católico, por ser de todos los Lajinos, alguien que se ha dedicado a servir al más desposeído y necesitado, más allá de la fe que puedan profesar, independiente de la posición social, económica, de ideologías políticas o credos religiosos, desde su primer día en esta tierra. Mismos motivos que llevó hace algunos años a que el concejo municipal decidiera poner su nombre a una transitada calle de la ciudad.
El Padre Jorge Cerda Molina fue quien entregó antecedentes de la vida de este “curita” Belga, desde su infancia en un pequeño pueblo campesino en dicho país, su llegada a Sudamérica, primero Argentina y posteriormente a Chile y Laja, más específicamente. Un video graficó los detalles más importante de su obra en esta comuna, recogiendo en él testimonios de fieles que lo conocen y dan fe de su peculiar y especial estilo para llevar la palabra de Dios y entregar cariño.
El alcalde José Pinto le entregó un obsequio de alto sentido religioso y espiritual a nombre de la comunidad Lajina, consistente en un crucifijo de madera con incrustaciones de plata y un rosario.
Además un galvano que testimonia el reconocimiento y gratitud de todos quienes viven en Laja, esto en el contexto del Día Nacional del Patrimonio Cultural.
También familiares de los detenidos desaparecidos le reconocieron su aprecio, respeto y agradecimiento, por el rol que jugó a comienzo de los años setenta, en una época de dolor y sufrimiento para muchas familias lajinas.
El Padre Félix, agradeció el gesto con su peculiar español, aun mostrando su acento extranjero, diciendo gracias, gracias, argumentando que él no puede dar más porque es pobre, declarándose un hombre común y corriente y no sintiéndose merecedor de tal homenaje, también con especial gracia contó pasajes jocosos de su juventud y entrada al seminario. Por cierto recordó los dolores sufridos en su país natal durante la segunda guerra mundial, cuando tuvo que vivir en la clandestinidad por desertar del ejército alemán.
Al término de la ceremonia las asistentes se agolparon a su alrededor para saludarlo y abrazarlo, demostrándole su cariño y aprecio.
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